Un día de esos

Con los festivales siempre pasa lo mismo, sean de cine, de música, de comic, de sexo... se concentran tantos acontecimientos en tan pocos días que una no da a basto y más si tiene las energías restringidas y más si parte de esas energías las ha dedicado una a saltar olas en la playa. En fin que lo que quería decir es que sigo en el Festival de jazz de Donosti o Heineken jazzaldia, otro festival más con nombre de cerveza... y hoy es el último día. A partir de mañana sentiré un vacío muy muy grande que compensaré con la vuelta a la cotidianeidad del hogar que siempre sirve para rellenar los vacíos y más si hay que vaciar maletas y echar lavadoras.
Ayer día nubloso y resacoso, sólo vimos un concierto:Bojan Z. Habían cambiado su concierto, creo que recordar, desde la plaza de la Trinidad (concierto de pago) al escenario Heineken en la playa, en concierto de gratis para la plebe, que estuvo más que agradecida de escuchar a este gran pianista, que como él mismo dice no toca standares y menos mal. Bueno pues un talento impecable para los tres músicos: Bojan Z (p), Remi Vignolo (b), Martijn Vink (bat) que tocaron bajo el sonido de las olas y resultó ser un auténtico lujo estar allí.
Lo que me fastidia es un poco lo de siempre, conseguir la compañía adecuada para ver-escuchar cierto tipo de músicas; yo que soy muy zelig siempre me impregno de los sentimientos de mis acompañantes, bueno, no exactamente, pero no puedo soportar estar disfrutando de algo que está sufriendo la persona que tengo al lado, aunque afortunadamente ya he aprendido a enajenarme de es tipo de sentimientos y ahora disfruto mucho más de la vida "oyes!", y ayer fue un día de esos.